En el marco de la Ley 115 de 1994 las necesidades educativas de los jóvenes no deben dirigirse solo a la adquisición de conocimientos de manera desligada, los contenidos de las aéreas dirigidos escuetamente a la repetición están obsoletos y hacen parte del sistema antiguo tradicional que solo formaba para las necesidades que demandaba la industrialización; hoy con el auge de la tecnología y la ciencia es inconcebible el no tener acceso a los medios de comunicación e información como la interés por desconocimiento de su manejo o el temor a enfrentarse a los equipos, caso que le ocurre a algunos nacidos cuatro décadas atrás.
El pensum de las instituciones actuales debe estar dirigido a formar estudiantes autodidactas, creativos capaces de enfrentarse al mundo, no solo con los conocimientos que ha recogido hasta ahora la humanidad, sino con la capacidad de juzgarlos, criticarlos y proponer a partir de ellos nuevos avances en todos los campo. Estudiantes participativos en las decisiones sobre sus líderes y la forma en que estos los gobiernan, ser gestores de cambio.
Las Ciencias Naturales es la oportunidad de incentivar la creatividad, el asombramiento, el interés y la capacidad de observación a los niños. Todos en esta etapa hemos sito atraídos por los insectos de nuestro jardín, su movimiento, sus colores y sus formas, si aprovechamos este breve espacio de la existencia de los hombres, como docentes, nos daremos cuenta que aquellos que han sido motivados en este tiempo tienen grandes habilidades de razonamiento, son críticos y formadores incluso, de nuevos horizontes en las demás personas. Es la oportunidad de marcar en la historia nuestro paso por el tiempo, la responsabilidad de ser educadores.
Yamileth Marín Sosa
Lic. Ciencias Naturales con enf. Ed Amb.
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